sábado, 23 de octubre de 2010

Lo que no se puede hacer, pero ¿se debe?

Legislación es una asignatura que estamos dando en este último curso de la carrera de publicidad y relaciones públicas.

Legislación es una asignatura donde nos enseñan lo que debemos hacer a través de lo que no se puede hacer.

Legislación es una asignatura que me plantea preguntas…
  

La dinámica de las clases es la siguiente: teoría + análisis práctico. En la teoría trabajamos las leyes que más pueden determinar el desarrollo de nuestro trabajo en el futuro (Ley General de Publicidad, Ley de Competencia Desleal…). En la práctica analizamos diversos ejemplos donde podemos comprobar que no se cumple la ley pero que, aún así, las agencias y anunciantes crean y emiten esos anuncios. Con la ley en la mano, y sabiendo que si alguna persona decide denunciar la campaña esta será retirada, me pregunto: ¿por qué siguen adelante?

La respuesta a esta pregunta muchas veces la encontramos en el mismo análisis de los casos. La campaña es retirada pero su repercusión es mucho mayor de lo que habría conseguido un anuncio legal en todos los sentidos. Los medios de comunicación terminan explotando este contenido y creando publicity alrededor de la campaña. Personas a quienes nunca les hubiera llegado el anuncio conocen su existencia, recuerdan la marca y debaten al respecto. Los públicos objetivos se cuestionan el porqué de todo lo que está pasando… En definitiva, el anunciante consigue lo que la ley intenta impedir, que se hable de ello.

La difusión de estas campañas retiradas normalmente es mucho mayor después de una sentencia en su contra y esto, para los anunciantes, es aún mejor. A pesar de perder su “espacio oficial” en los medios, se crea un gran interés a su alrededor y la gente empieza una campaña paralela de búsqueda y difusión. Esto es posible gracias a Internet, plataformas on-line como youtube.com y foros de debate donde la ley aún no es tan restrictiva. No son pocos los casos de spots televisivos considerados inadecuados que son retirados pero que consiguen miles, incluso millones, de descargas en Internet. Y toda esta situación me hace pensar sobre cómo se deben plantear estas campañas. ¿Realmente los anunciantes y las agencias no conocían la posibilidad de la retirada de su anuncio? ¿Es más rentable la creación y retirada de un spot, el pago de una multa, que seguir la ley? ¿Qué reciben a cambio de miles de descargas en Internet? Si lo que buscamos es que se hable de nosotros, ¿qué estamos diciendo sobre nuestra marca al crear campañas ilícitas? ¿Es totalmente beneficioso para nosotros?

Solo el tiempo responderá estas preguntas pero, de momento, aquí lo dejo.

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