viernes, 3 de diciembre de 2010

El muro

Cada día, de camino a la universidad, me introduzco en el mundo 22@. Siguiendo el carril bici, en menos de tres calles paso de un barrio obrero, de talleres y fábricas, a un proyecto de barrio cool. Los edificios de nueva construcción ocupan grandes manzanas y se respira innovación, tecnología y comunicación. Con mi bici veo desde TVE hasta el Canal de Barcelona TV, la Torre AGBAR, el museo de arte moderno e innumerables edificios que algún día serán emblemáticos. Además, cada dos por tres aparece un gran solar vacío con intentos de construcción.

¡Hace unos días encontré una para de Bicing genial en esa zona! Todos aquellos que uséis este servicio sabréis que el mayor problema es el de no encontrar lugar donde dejar la bici… bueno, también podría ser el hecho de que nunca te toca una bicicleta que funcione bien… o que al dejar la bici aparece la lucecita verde-roja indicando un error… y por qué no decirlo también, que la atención telefónica es muuuuy lenta. ¡Pero ya me estoy desviando del tema!

La cuestión es que muchas personas que van a mi universidad llegan a ella en bici y, por tanto, las estaciones de sus alrededores están siempre bastante a tope. Desde hace unos días, he encontrado una estación perfecta. Es la más cercana a mi uni y la más desconocida, ¡por el momento! Se encuentra detrás del enorme solar que tenemos delante de la universidad y que te obligaba a dar una enorme vuelta si querías dejar la bici allí. Pero hará un par de semanas, y como si de un Moisés de la construcción se tratara, se abrió ante nosotros una nueva calle en medio de tanto edificio nuevo. ¡Esta enlaza de manera casi directa la entrada de la uni y la estación de bicing!


Para llegar a este pequeño paraíso estacional, desvío mi recorrido habitual un par de calles. El primer día, al doblar la esquina, me sorprendió ver un enorme muro azul que reseguía prácticamente toda la calle. En letras blancas se leía “22@ Barcelona” y varios pensamientos empezaron a despertar en mi mente de cuando, años atrás, se desató la polémica de la construcción del nuevo barrio: había muchas personas del barrio de toda la vida en contra. Al pasar unos días más tarde, otra vez el azul del muro me indicó que debía doblar la esquina para continuar mi camino, cada vez más habitual, hacia la preciada estación. Algo, ese día, había cambiado.

Una línea enormemente blanca recorría el antiguo anuncio “22@ Barcelona”. Aún había gente en contra, a pesar de los años que habían pasado. En ese momento pensé: podría escribir un post sobre la interactividad de este muro… pero luego descarté la idea cuando llegué a la conclusión de que, en realidad, quizás solo había sido un acto algo vandálico más que una acción de protesta y que, seguramente, quedaría para siempre ahí la palabra tachada, hasta echar el muro a bajo.


Tras pasar el fin de semana, y resignarme a empezar la semana, volví por el camino de siempre. Una risa empezó a cosquillearme el estomago hasta salir por la boca como una gran carcajada. El muro volvía a estar perfectamente pintado, con las letras blancas exactamente perfiladas. Ahora, ¡ya podía hablar de interactividad! Y sigo pasando con mi bici, esperando ver publicado en el muro del solar un nuevo post.

lunes, 29 de noviembre de 2010

He llegado a ese punto

Sí, he llegado a ese punto. Ese al que sabes que llegarás pero esperas que esta vez no sea así. O como mínimo, esperas que llegue más tarde… Sí, he empezado a pasar de la compra colectiva.

El primer post de este blog se lo dediqué a este gran invento de la comunidad on-line: un sistema de compra basado en el por mayor y en la reducción económica que supone. Buscas una oferta, encuentras el número de personas necesarias para conseguir el descuento y ¡tachán! productos, actividades y servicios a muy buen precio.

La verdad es que nunca he llegado a comprar nada, pero me alegraba mirar las ofertas diarias que recibía directamente en mi e-mail y que me ofrecían la posibilidad de un fin de semana de lujo a buen precio, tratamientos de algas 2x1 o una cena en un restaurante indio-chic con un 70% de descuento. Me gustaba imaginar cuándo podría utilizar estas promociones y, aunque en ese momento no lo comprara, sabía que más adelante, el día que realmente buscase algo de todo eso, podría encontrarlo en los diversos portales en los que me había inscrito. Pero algo pasó esta semana.

No sé si es porque empiezo a notar que se acaba el trimestre y nos aprietan por todos los sitios, pero mi tiempo se ha reducido notablemente. Estoy enganchada a Internet pero para comprobar cada dos por tres el hotmail y ver qué dicen mis compañeros de la universidad sobre trabajos, exámenes y prácticas. Teniendo el correo tan ocupado y saturado, he empezado a borrar todos aquellos e-mails que me parecían más irrelevantes. Primero, empecé por todos los que son publicidad de productos que nunca me han interesado (y que no sabes cómo han conseguido contactar contigo). Después, dejé de mirar los correos de los productos que me interesaban, es decir, que Ryanair, Adobe y Cinesa “going to trash”, entre otros muchos. Y, ahora, “chau” a la compra colectiva. Directamente ni me fijo en los asuntos de sus correos. Se han convertido para mi en los temidos “correo no deseado”.


Todo esto me hace reflexionar sobre cómo de efectivas son las campañas de mailing. Cada día recibo entre 5 y 10 correos de publicidad. Al principio los leía prácticamente todos. Luego, empecé a abrirlos pero con el título ya me bastaba para decidirme a no seguir leyendo. Y, finalmente, hoy por hoy, los borro prácticamente todos y la excepción es algún que otro correo que me llama un poco más la atención. Es raro porque fui yo, en su momento, quien decidió pedir información y, no sé si es porque la gente cambia o porque los nuevos productos ya no son tan interesantes, ahora me parece tener el correo lleno de e-mails que no necesitaba. Supongo que es la primera de las dos opciones, mi cambio de ritmo vital, pero la pereza se apodera de mi cuando pienso en darme de baja de las newsletters o de las bases de datos de estas empresas y termino por pensar que lo más fácil es, seguir borrando.

Así que, si a más personas les pasa como a mí, y si somos un número considerable, estas campañas son efectivas los primeros días pero, al transcurrir algunas semanas, bajan espectacularmente su notoriedad para el usuario. Quizás los anunciantes deberían pensar en nuevos modelos de mailing basados en el tiempo, de manera que al pasar algunas semanas o meses, pudieras sorprenderte al encontrar un correo que no esperabas y que realmente llamara tu atención. De esta manera, conseguirían mantener un contacto más eficaz con su público y nosotros estaríamos más dispuestos a invertir tiempo en nuestro proyecto común.

¿Lo que buscan todas las series? Interactividad

Me he dado cuenta que, cada vez más, las series buscan atrapar a sus fans en todos los sentidos. Ya no solo se espera que miren día tras día, semana tras semana e incluso, mes tras mes sus capítulos, sino que ahora los fans tienen que seguir todo lo que pasa fuera de la serie para entender lo que está pasando en ella. Esto es muuuy palpable en las series para adolescentes, donde podemos encontrar desde revistas exclusivas de la serie, marcas de ropa, lápices, mochilas, vasos, CD’s, películas, grupos en redes sociales y hasta blogs de los protagonistas (los personajes, no los actores, claro…).

Ahora, lo que buscan las series es interactividad. Más de una ha propuesto argumentos, e incluso finales de temporada, en sus webs para que los fans escojan la opción que prefieran. Pero pensando en estos temas me acordé de que, hace un tiempo, en Antena 3, vi un anuncio donde se presentaba una serie interactiva. Buscando un poco por la red, encontré “Dirígeme: el rescate”, la primera ficción española donde los espectadores dirigen todo lo que vaya a ocurrir en los siguientes capítulos. Era una propuesta de Antena 3 para la cadena Neox, cuando aún la TDT no estaba muy extendida y donde se arriesgaba mucho para conseguir el éxito de esta serie. La trama intrigante basada en el secuestro de la pareja de la protagonista sería el principal reclamo de “Dirígeme”, pero, además, el público podría decidir desde qué perspectiva querían seguir la serie, si desde la protagonista o desde el antagonista. El objetivo es conseguir el rescate del secuestrado y el público tiene que tomar las decisiones correctas para conseguirlo.


La cadena la anunciaba como la serie que “revolucionará la forma de ver televisión en España” ya que el espectador, además, era el director y el guionista. Pero en mi opinión apuntaron demasiado alto y la gente no estaba aún preparada para este nuevo formato, por eso su éxito pasó muy desapercibido. De todas maneras, valoro muy positivamente que se apueste por estas fórmulas, y más en momentos de crisis, porque siempre alguien tiene que ser el primero y esto normalmente termina beneficiando a los valientes. Además, hay que tener en cuenta que el formato y la serie original han tenido un reconocimiento mundial por su modelo innovador y su argumento.

La serie se incluía en el nuevo modelo televisivo que Antena 3 estaba desarrollando bajo el concepto 3.0, una evolución del medio hacia un operador global y multisoporte de contenidos. Los instrumentos claves eran la tradicional televisión, el teléfono móvil e Internet. ¿Será el nuevo camino de la televisión? ¿Estamos preparados para recibir a los nuevos medios? Aunque aún no ha tenido el éxito que se esperaba, tiempo al tiempo. Tampoco nunca imaginamos la posibilidad de escribir un blog en una red global desde nuestro propio ordenador. =)

sábado, 27 de noviembre de 2010

Día de reflexión

Después del último post no pensaba escribir más sobre política. Primero, porque es un tema un poco espinoso y con un sinfín de opiniones y, segundo, porque con todo esto de las elecciones del próximo domingo, nos llega información por todas partes. Pero un comentario en “Choise” me linkó directamente a una web genial para un día como hoy: día de reflexión.

Por todos es sabido que el día anterior a las elecciones se ruega el máximo silencio. Pero la aparición de Internet, que es aún un medio poco organizado y legislado, permite algunos espacios de libertad para los diferentes partidos.


Hoy he avanzado un poco más en mi trabajo universitario político y he seguido buscando campañas de diferentes partidos. Esta vez ha tocado trabajar con los partidos sin representación parlamentaria pero que intentan conseguir algún que otro escaño como si de partidos mayoritarios se tratase. El caso es que la búsqueda me ha reafirmado más en la idea de que internet es “la plataforma”. Partidos que apenas tienen presupuesto, han conseguido crear webs y grabar spots que podemos encontrar en diversos espacios, como youtube. ¡Y tienen sus visitas, también!

Pero el post de hoy va dedicado a elecciones.es. Se trata de una web para aquellos que aún no sepan a quién votar. A partir de un sencillo cuestionario, nos ayuda a encontrar el partido más afín a nuestros ideales. Las 20 preguntas se dividen en 5 temas (economía, política, independencia y lengua, sociedad y medio ambiente) y tienen un tono informal y cotidiano. Además, se enfocan en temas de actualidad sobre los cuáles todos tenemos una opinión: competencias autonómicas, rotulación de carteles, seguros privados de salud, infraestructuras, crisis… A medida que vas respondiendo, unas esferas con interrogantes que simbolizan los partidos van desplazándose, según tus respuestas, hacia el núcleo “YO”. Al final, los círculos que más se acercan al centro son los de los partidos más afines.

En mi caso, mi “mapa electoral” me ha resultado bastante sorprendente porque han salido partidos que en mi vida hubiera votado, pero también hay que decir que se trata de un cuestionario corto y que el partido que más coincide conmigo tiene un 50% de compatibilidad, así que hay un 50% de incompatibilidad o discrepancias con estos partidos. ¿En resumen? Que aún no he encontrado un partido que se ajuste a lo que pienso y quiero.

Para todos los indecisos, y los curiosos, aquí podéis encontrar la aplicación on-line elecciones.es que, aunque el resultado coincida o no con lo que te gustaría votar, te permite reflexionar sobre temas que deberíamos tener todos en cuenta antes de tirar nuestra papeleta y, además, ¡pasas un buen rato!

¡Gracias Elena por el link!

martes, 23 de noviembre de 2010

Choise

Aún falta una semana para las elecciones pero me empiezo a dar cuenta de que mi vida inmediata se encamina a dar giros sobre este mismo hecho... una y otra vez. Supongo que influye la obligación universitaria de realizar un trabajo sobre el 28-N o que estamos en una crisis que nunca acaba pero que cada vez afecta a más personas. Sea por esto o por aquello, nunca me había fijado tanto en la política como hasta ahora.



Buscando un poco más de información por la red, he encontrado un video que me ha resultado bastante gracioso. El autor es CIU y se centra en el qué pasaría si por un voto, gana un partido que no debe ganar, es decir, cualquier partido menos el suyo. El caso es que han creado un video en el que puedes ser tú el protagonista, ya que está pensado para poner tu nombre en él. Esta idea ya la conocía de antes, concretamente de la campaña a favor del pago del canon televisivo en Suecia y que podéis ver en este blog.

Me pareció una idea muy graciosa la primera vez que la vi y, ahora, me ha sorprendido bastante ver que en CIU utilizan una campaña similar para conseguir más votos en las elecciones. Como podéis ver en el video, a continuación, la historia da a conocer la persona que no fue a votar, pensando que ganaría CIU, y que termina siendo el voto que falta para dar la victoria al partido. Además, complementan la web con noticias sobre el hecho y una apariencia de informativo, para darle aún más realismo.


Creo que la idea de personalizar el video es muy divertida y suele crear bastante viralidad, pero al tratarse de ideologías políticas, es más difícil que su difusión sea efectiva, y hasta produzca el efecto contrario. Quizás algunos lo enviarán como curiosidad, otros para “picar” a algunos otros y, los que de verdad lo envíen con el corazón, serán aquellos que realmente ya pensaban votar a CIU. Pero tiempo al tiempo, aún quedan algunos días y no hay nada perdido (ni ganado).

Aprovecho este blog más político para hablaros, también, de otra clase de interactividad. Bueno, en realidad, creo que se trata más de cooperación. Entrando en varias páginas webs para informarme sobre los caminos que pretenden seguir los partidos, me he dado cuenta que, en la mayoría de ellas, hay un apartado en el menú por si quieres hacer campaña. No sé, ¡me ha parecido un poco fuerte!

Siempre he pensado que esto de votar era algo más bien personal, íntimo e intransferible, es decir, que tú decides qué quieres y a quién votas, y que no hace falta que nadie te coma la cabeza o te insista para saber qué es lo que vas a hacer. Eso, solo te importa a ti. Entiendo que haya gente que quiera promocionar el partido que votará y, por parte de los partidos, me parece que ya era hora de utilizar un poco más este público tan desaprovechado, al que solo se le exige un voto. Pero me parece que este es el trabajo de los políticos y futuros dirigentes, no el de las personas que los siguen. Vamos, que creo que están sobrepasando ese límite de intimidad necesario para decidirse a quién votar. Si queréis ver algunos ejemplos de lo que me refiero, aquí os dejo algunas páginas webs de partidos que utilizan esta función.

Iniciativa Verds: Jo faig campanya per l’Herrera (acceso a videos, fotografías, archivos, relacionados con la campaña).
Solidaritat Catalana per la Independència:
Fes campanya (acceso a todos los documentos analógicos que utilizan durante la campaña como carteles, programas, etc.).
Populares de Cataluña:
Participa (es quizás la propuesta más moderada y piden previamente tus datos para poder saber qué se puede hacer).
Esquerra Republicana:
Ajuda’ns (con una interesante propuesta de apoyo según el tiempo que puedas dedicar).
Partit Socialista de Catalunya:
Implica’t (buscan el apoyo sobretodo en redes sociales, youtube y flickr).

¡Y hasta aquí lo que tengo que decir hoy por hoy de las próximas elecciones!

domingo, 21 de noviembre de 2010

Interactividad al alcance de todos


Una de las muestras más claras de interactividad en la red son los videos que cuelgan los internautas. Ellos mismos graban, editan y comentan sus propios contenidos. Acceder a ellos parece tan sencillo como ir a un buscador, poner una dirección o clicar un link y ponerse a ver el vídeo, pero para algunas personas las verdaderas complicaciones empiezan aquí. Existen más de 500 millones de personas con discapacidad y aunque muchas pueden valerse por si solas y se adaptan fácilmente a un entorno que no piensa para nada en ellos, es la hora de que un medio como Internet, tan democrático, tan para todos, empiece a desarrollar herramientas que realmente les facilite su utilización.

Hace ya años que se conocen los lectores de pantallas de ordenador pero existen nuevas herramientas que facilitan el acceso a Internet a personas con discapacidades muy diversas. Así, podemos encontrar: el Open Book, para leer textos no digitales; el Outspoken, que permite navegar sin la utilización del ratón; el Lupe, magnificador de pantalla; el Lynx, un navegador solo de texto, o el Home Page Reader, un navegador parlante, entre otros muchos más. Pero la herramienta que más me ha sorprendido es Universal Subtitles. Se trata de un programa libre, de código abierto y colaborativo que permite subtitular y traducir prácticamente cualquier vídeo que se cuelgue en la red, pudiendo hacerlos más accesibles a todos.

Su modo de uso es tremendamente fácil, puesto que solo tenemos que copiar la URL del vídeo que deseemos subtitular y pegarlo en Universal Subtitles y desde ahí nos será mucho más sencillo poder adecuar nuestro vídeo a todos nuestros posibles espectadores.



Con herramientas como esta solo queda decir que, pensar en todos, es cosa de todos.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Internet solidario

Desde hace un tiempo que tengo muchas ganas de escribir un post sobre este tema: la solidaridad en Internet. Gracias a sus características, que ofrecen las herramientas necesarias para enviar mensajes a un nivel global y gratuito, son muchas las organizaciones que ahora pueden crear sus campañas, cosa que, hace unos años, sus presupuestos no se lo podían ni llegar a imaginar. Es el caso de muchas ONG’s y hoy os presento dos campañas que, para mí, son geniales.

La primera de estas campañas es “Mi nombre es Kimbo”, una iniciativa de UNICEF conjunta con LetsBonus. Se trata de conseguir socios para la ONG y la lucha contra la muerte infantil por enfermedades que podrían curarse fácilmente. Esta campaña se basa en la leyenda africana de dos niños pequeños que eran amigos. Uno de ellos enfermó y su amigo le dijo que cambiaran sus nombres porque así, cuando el destino viniera a buscarlo, no lo encontraría. Es por esto que UNICEF pide que te cambies el nombre por el de Kimbo, en representación de todos los niños enfermos a los que se quiere ayudar.


Y la campaña va teniendo sus frutos. En su página web podemos ver el contador de personas que han cambiado su nombre ¡ya son 15.945! Además, la campaña cuenta con el apoyo de muchas personalidades como Pau Gasol, Patricia Conde, Andreu Buenafuente, Luís del Olmo, etc. Pero el motivo por el cuál es importante esta campaña es porque consigue llegar a miles de personas que se deciden ayudar, y esto, en gran parte, es gracias a Internet. La red de compra colectiva Lets Bonus aprovecha sus contactos para hacer llegar esta iniciativa solidaria a través del correo electrónico. A su vez, desde la web, podemos colgar el enlace en nuestro Facebook o Twitter, o ya por iniciativa propia, comentarlo en los blogs o reenviar los e-mails.

Muy ligado a esto está la segunda campaña que os quería presentar hoy. Esta mañana mi padre me dio un paquete de pastillas contra el dolor ajeno. Primero me quedé pensando en qué enfermedad era esa del dolor ajeno y el porqué necesitaba yo pastillas para ello. No terminaba de entender muy bien a qué se refería. Luego me explicó que son unas pastillas cuyo valor se va en ayudas a personas enfermas de todo el mundo y me pareció una buena iniciativa. Este mediodía, al llegar a casa y revisar mi correo, he encontrado un e-mail de una amiga titulado “Pastillas para el dolor ajeno”. Ella se había tomado la molestia de crear un e-mail/cadena para todos sus contactos donde nos explicaba de qué iba la campaña y nos adjuntaba el video promocional.

Se trata de una campaña de Medicos sin Fronteras que pretende repartir pastillas a la gente que está bien pero que se ve afectada por el dolor de los demás. Es por eso que han creado un pack de seis pastillas en representación a las seis enfermedades olvidadas contra las que quieren luchar. Cuentan también con el apoyo de muchas personalidades y con una plataforma web muy elaborada donde puedes diagnosticar tu grado de dolor ajeno, informarte de los proyectos de la ONG y hacer donativos, entre otras muchas más interacciones.


Ambas campañas son un claro ejemplo de la solidaridad en Internet. Las personas comentan, reenvían, cuelgan y transmiten estos contenidos más rápidamente de lo que nunca se podría haber imaginado. La interactividad on-line está llegando a nuestras vidas y nosotros participamos en ella sin prácticamente darnos cuenta. ¡Qué bueno que se encuentren estas maneras de utilizar nuestra solidaridad para ayudar a los demás!

martes, 16 de noviembre de 2010

Somos muy de papel

Hace unos días tenía que presentar unos papeles en la universidad para pedir una beca. Entre todos ellos (los habituales, los inusuales, los que cambian cada año…) me pidieron un certificado de convivencia. Genial…  ya me veía horas y horas en las oficinas del Ayuntamiento para conseguirlo. Un rollo, ¡ya se sabe!

El caso es que llegué allí y mi sorpresa fue ver en la entrada dos maquinas enormes y rojas bajo el letrero “trámites”. Como la cola era mi única alternativa, y esta ya era lo suficientemente larga como para que no me importase una persona más o una persona menos, decidí ir a averiguar qué escondían estas máquinas.

Después de apretar varias veces la pantalla táctil conseguí llegar a un apartado donde podía pedir el famoso certificado. ¡Ue! ¡No hacía ni 5 minutos que había entrado en un edificio funcionarial y casi, casi, estaba saliendo! Por desgracia, el “casi, casi” no lo había tenido muy presente en mi pensamiento. Cuando solo me quedaba un paso, un formulario mecanizado me pide el DNI electrónico. ¡Espera! ¡Lo tengo! Qué alegría saber que el haber perdido mi documento, y haber tenido que estar toda una mañana para renovarlo, me servía en el día de hoy para devolver a mi vida parte de ese tiempo.

Estaba viviendo un momento idílico-utópico que solo puedes experimentar en una oficina de la administración pública cuando tardas mucho menos de lo que habías planeado, sin incluir el tiempo exageradamente de más pero necesariamente realista que calculas, y consigues hacer tus trámites sorprendentemente rápido. Pero todo no podía ser tan idílico-utópico… Después de introducir mi DNI, el gigante rojo me pedía la contraseña. Claro, mi cumpleaños… claro, no puede ser mi cumpleaños porque está en mi DNI. El primer error me indicaba que solo me quedaban dos posibles errores. Fue entonces cuando el horror burocrático volvió a mi mente. Que si más colas, más lentitud, ¡que si más de todo menos de lo que necesitas! Volví a poner mi cumpleaños, por aquello de que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra (y la mujer también), por si me había equivocado en algún número. El segundo error me indicaba, de nuevo, que me quedaba tan solo una oportunidad. Piensa, piensa, piensa.

Resignada, volví a la cola que, para mi sorpresa, había avanzado un par de personas. Cuando por fin llegué al mostrador, una mujer muy simpática me entregó en menos de un minuto el famoso certificado. Le comenté mi experiencia con su nueva maquinaria y el reclamo de la contraseña. Con cara de “no eres la primera”, la mujer me explicó que la contraseña está en un papel que te dan cuando te haces el DNI digital y por mi cara de “¿un papel?”, su expresión cambió a la de “nadie sabe dónde está ese papel”. Desde el mostrador miré a las dos grandes máquinas rojas que, a contraluz y al lado de la larga cola, nunca me parecieron tan solitarias como ahora.

Papel en mano, salí de la oficina mientras me preguntaba hasta qué punto estamos preparados para introducir este tipo de interactividad en nuestra vida y hasta qué punto nos dejan introducir esta interactividad digital sin atarnos a lo analógico de un papel. Al salir a la calle, me distraje sin tener aún ninguna respuesta y aquí sigo, reflexionando sobre ello.

Drac Novell

Este es el segundo año que participo en el Drac Novell de alguna manera u otra. En 2009 tuvimos la suerte de ganar uno de los segundos premios y, en 2010, quizás por nostalgia y por los buenos recuerdos, decidí apuntarme como voluntaria para colaborar de alguna manera en la organización del evento. Aprovechando que he vivido el concurso y puede ver su desarrollo desde dentro en estos años, utilizaré esta perspectiva para hablar de la comunicación y el Drac Novell.



Se trata de un concurso a nivel internacional en el que se permite poner en contacto a los futuros publicitarios con los actuales, mostrar ideas innovadoras y, por qué no, intentar ganar algún premio que reconozca tu trabajo. Pero no sé si es porque estamos programados así o porque hay algo que no termina de funcionar, que los trabajos a presentar se entregan prácticamente siempre en el último momento (¡si se entregan!). Llega Noviembre y parece que el tiempo se te echa encima en la realización de trabajos para presentarlos al concurso. Al final terminas desistiendo y te prometes que la siguiente edición no volverá a pasar lo mismo y que ya desde verano empezarás a crear cosas “guais” para presentar. Pero llega Junio, se abre la convocatoria y hasta el próximo Noviembre no vuelves a pensar en él. ¿Por qué?

En clase comentamos que esta edición tenía poca participación en la categoría de interactivos y que, posiblemente, la causa fuese el tiempo, ya que se trata de trabajos que requieren más tiempo para su creación. Pero en realidad es un factor que nos afecta a todos y siempre llegamos por los pelos. La verdad es que, comentándolo con otros compañeros de otras universidades, el concurso pasa bastante desapercibido durante todo el año y es solo cuando quedan pocos días cuando empieza a adquirir más relevancia. Esto me hace pensar que hay algo en la comunicación del Drac que no termina de encajar. Cuando esto falla, las prisas son muchas y la participación es menor (¡muchísimo menor!).

Con mi camiseta de Puma blanca, que identificaba a los voluntarios de la edición de 2010, y junto con un grupo de chicas de primer curso, pude comprobar que algo había fallado este año. La participación general fue bastante baja y, lo que me sorprendió aún más, es que se había organizado un speed protfolio (evento que ni tan solo salía en el programa pero que, para mí, era de lo más relevante) y solo se apuntaron siete privilegiadas personas (y lo de privilegiadas va en tono positivo y de envidia sana, ya que pudieron traer sus trabajos y mostrárselo a profesionales que les aconsejaban). Las salas estaban vacías y a los voluntarios no se nos asignaba prácticamente ninguna tarea, y eso que había respondido al segundo e-mail en el que pedían voluntarios casi una semana antes del festival porque faltaba gente.

La verdad es que tanto por un lado, como concursante, como por el otro, como voluntaria, he tenido la misma sensación. El Drac Novell no es un festival de categoría internacional, sino un festival al que te puedes presentar si eres de cualquier país del mundo. El Drac Novell no es un festival profesional sino un festival donde participan profesionales. El Drac Novell no es un festival conocido sino un festival desconocido. Todos estos inconvenientes podrían resolverse con una mejor comunicación: planeada, organizada, más activa y más interactiva. Y sabe muy mal tener tan cerca un evento como este para dejarlo pasar de una manera tan inadvertida. Pero de los errores se aprende y ahora solo queda esperar a ver cómo se desarrolla la próxima edición.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Posiciones

Hoy, cuando volvía por la mañana de pasear a Sena, mi perra, me he encontrado a un grupo de personas reunidas en Arco del Triunfo. A medida que me acercaba, en busca de alguna pancarta para saber qué pasaba, empecé a ver que los reunidos llevaban en la cabeza preservativos. Claro, llega el Papa. Y para bien o para mal, ¡toda Barcelona está pendiente de ello!

Independientemente de si Papa sí o Papa no, el impacto que está ocasionando su visita es enorme y la expectativa cada día es mayor. Uno de los principales medios en los que más repercusión tiene el acontecimiento es Internet, donde todos pueden dar su opinión. Así que en el post de hoy intentaré recoger algunas de las acciones que se están desarrollando por la red.


Lo primero a destacar es que hay dos grupos compitiendo por la atención de todo aquel que aún no se haya posicionado. En este post los denominaré por sus eslóganes en campaña: los “Barcelona, posa’t Papa” y los “Jo no t’espero”. En el primero, podemos encontrar las personas que trabajan para dar la bienvenida a Benedicto XVI y, en el segundo, todas aquellas personas que, por diversos motivos, preferirían que no viniera, ya sea porque como vecinos no pueden acceder a su calle en coche a partir de las 14h, porque no están de acuerdo con el dinero que se gasta la ciudad o porque no comparten la ideología religiosa que representa, entre otros muchos.

La campaña “Barcelona, posa’t Papa” se desarrolló en tres fases basándose en la difusión de carteles. En sí, esta campaña no tiene mucha más relación con Internet que los propios comentarios que de ella surjan. Buscando más información, termino encontrando lo que es la vida social del Papa en la red. ¡El Vaticano ha creado el perfil de Benedicto XVI en Facebook y, además, la Iglesia católica tiene su propio canal en youtube! El Arzobispado de Barcelona también difunde el acontecimiento por Internet y han creado para el evento la página web oficial. La Conferencia Episcopal no se queda atrás y será la encargada de retransmitir la visita en directo por Internet.

Por otro lado, bajo la iniciativa “Jo no t’espero”, varias organizaciones aprovechan para actuar por diversos motivos: la manifestación en Arco del Triunfo se centraba en el mensaje que envía la Iglesia sobre el preservativo; gais y lesbianas lucharán por sus derechos con un Flashmob que consistirá en besarse en medio del recorrido del Papamóvil, o el alquiler de un autobús ateo con el lema de la campaña. Todas estas acciones tienen un punto en común, incluso, con las iniciativas con las que están en contra: el uso de Internet. Los grupos contactan con la gente a través de redes sociales, blogs y páginas web.

¡Prácticamente no se necesita nada más! Internet es un medio donde la gente se mueve, decide, comparte y termina por participar de alguna u otra manera. Fácil y rápido, al alcance de cualquiera y pensado para todos. Es el medio donde todo se concentra y, a la vez, todo es diferente. Y donde los contrarios pueden, usando las mismas herramientas, conseguir resultados totalmente diferentes.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Campañas on-line: la fórmula red social

Después del puente, y de un viaje genial a Noruega, vuelvo al blog con una nueva campaña on-line.

Pensando en lo complicado que es hacer una maleta, no solo por la planificación que a mí me supone (aunque el viaje sea de tres días y el único equipaje sea el de mano), sino por todo lo que no puedes llevar, he encontrado lo que parece ser la solución para todos los que piensan más allá de los 55x40x20. Se trata de sinmaletas.com, una iniciativa de Mail Boxes ETC que pretende facilitar los viajes de sus usuarios encargándose del transporte de las maletas. Esto no es por hacer publicidad gratuita, o por lo complicado que puede llegar a ser convertir tu neceser en pequeñitos embases de 100 ml, sino porque sinmaletas.com está en pleno desarrollo de su campaña on-line.


¡Se buscan a los 4 embajadores de sinmaletas.com! Y para encontrarlos, la agencia Digital Seed ha creado una campaña on-line que se dirige especialmente a los jóvenes Erasmus. Lo que pretende la empresa es conseguir una mayor notoriedad en este segmento, que no suele ser un público objetivo de este tipo de servicios, y centra la campaña en las redes sociales y en los blogs. Los candidatos tienen que exponer el porqué serían los embajadores ideales y a través de un sistema de votos, los elegidos conseguirán una beca de 300 € mensuales para su estadía Erasmus, un iPad y servicios gratuitos de sinmaletas.com a cambio de compartir su experiencia con los demás internautas. Actualmente, la campaña se encuentra en una de sus etapas finales: el desvelo de los 10 finalistas y, a partir del 15 de noviembre se podrá volver a votar para determinar quiénes serán los 4 embajadores.

Creo que lo bueno de esta campaña es que tanto la votación como las herramientas que utilizan conectan muy bien con el target que quiere trabajar. Si un amigo o una amiga te comenta que se va de Erasmus y que está participando en un concurso, no te cuesta nada conectarte a Internet y dejar tu voto. E incluso, puedes llegar a enviar un e-mail a todos tus contactos para pedir que voten. Pero aún cuesta menos ver a través de Facebook una publicación donde un amigo cuenta que se presenta como candidato a embajador de sinmaletas.com. Haces un click en el enlace, llegas a la web y estás a otro click de que tu amigo se vaya de Erasmus.

La fórmula mágica es popularidad + gente joven = red social. Otras marcas ya la han usado y les ha funcionado, como Pringles, Orange o Levi’s, pero suelen tener productos dirigidos a este tipo de target. La mensajería tradicionalmente no ha estado ligada a los jóvenes, pero con la propuesta de viajar sin maletas y el hecho de pensar en el momento en que más podrían necesitar este servicio, los viajes de estudio al extranjero, sinmaletas.com ha encontrado la clave para esta campaña on-line.

jueves, 28 de octubre de 2010

La bloggosfera y las campañas on-line

Buscando material a través de la red para mi nuevo post, quería hablaros hoy de campañas on-line. Mi sorpresa ha sido encontrarme un blog sobre campañas on-lines basadas en blogs… así que hoy va de blogs.



Sergio Monge, el autor del blog al que me refiero, resume brevemente la situación actual de esta herramienta on-line en España. Actualmente, existen unos 2,3 millones de blogs en nuestro país y el 78% de los usuarios afirman leerlos, el 40% de los cuales lo hacen semanalmente. Así, se calcula que el número total de lectores en España es de 8,5 millones.

Pensando en estas cifras, intentaba saber en qué tanto porciento podría situarme. Aunque no leo siempre los mismos blogs, ni tengo una lista con mis preferidos, sí que se han convertido en una herramienta de consulta habitual. Tanto para los trabajos de la Universidad como para la vida cotidiana, en algún momento que otro, consulto los blogs.

Profundizando más en el tema, la Fundación Orange también da datos sobre cómo actúan los usuarios en estos espacios. El 44% de los encuestados estarían dispuestos a cambiar de marca después de leer comentarios negativos en un blog y hasta un 41,2% dejaría de comprar un producto por el mismo motivo. Y al contrario, un 39,8% lo ha comprado por leer críticas positivas. Pensando en esta situación, recuerdo que, en casa, antes de comprar una cámara digital, un móvil o un ordenador portátil, seguimos los comentarios de otros usuarios en diversos blogs. Comentándolo con otros amigos y familiares, ellos también los utilizan para informarse sobre estas cosas. Y realmente nos afectan los comentarios que leemos.

Aunque un teléfono móvil sea bonito, tenga cámara y pueda guardar archivos .mp3, una mala crítica ya es un punto negativo en su contra. Sigues buscando más información, pero el comentario ronda por tu cabeza. Más tarde ves el anuncio en televisión, lees un banner, recibes un e-mail promocionando el producto, pero el producto ya ha quedado manchado y los comentarios negativos terminan por anular la campaña publicitaria, planeada y trabajada, que se ha ideado para el producto.

Sé que esto no pasa en todos los productos y que posiblemente podríamos hablar de categorías de productos, especialmente tecnología, pero cada vez más se consulta la red, y esto hay que tenerlo muy en cuenta. Los usuarios buscan más publicity on-line que publicidad y, por tanto, debemos ser conscientes de con qué estamos trabajando en realidad. Como creadores de campañas, no tenemos que organizar solo el lanzamiento y la promoción del producto sino que debemos organizar la repercusión que ocasionará nuestro producto de forma voluntaria o no. En este sentido, Internet es el medio que mejor debemos controlar ya que aquí la palabra es libre y global y, además, perdura en el tiempo ciberespacial.

sábado, 23 de octubre de 2010

Lo que no se puede hacer, pero ¿se debe?

Legislación es una asignatura que estamos dando en este último curso de la carrera de publicidad y relaciones públicas.

Legislación es una asignatura donde nos enseñan lo que debemos hacer a través de lo que no se puede hacer.

Legislación es una asignatura que me plantea preguntas…
  

La dinámica de las clases es la siguiente: teoría + análisis práctico. En la teoría trabajamos las leyes que más pueden determinar el desarrollo de nuestro trabajo en el futuro (Ley General de Publicidad, Ley de Competencia Desleal…). En la práctica analizamos diversos ejemplos donde podemos comprobar que no se cumple la ley pero que, aún así, las agencias y anunciantes crean y emiten esos anuncios. Con la ley en la mano, y sabiendo que si alguna persona decide denunciar la campaña esta será retirada, me pregunto: ¿por qué siguen adelante?

La respuesta a esta pregunta muchas veces la encontramos en el mismo análisis de los casos. La campaña es retirada pero su repercusión es mucho mayor de lo que habría conseguido un anuncio legal en todos los sentidos. Los medios de comunicación terminan explotando este contenido y creando publicity alrededor de la campaña. Personas a quienes nunca les hubiera llegado el anuncio conocen su existencia, recuerdan la marca y debaten al respecto. Los públicos objetivos se cuestionan el porqué de todo lo que está pasando… En definitiva, el anunciante consigue lo que la ley intenta impedir, que se hable de ello.

La difusión de estas campañas retiradas normalmente es mucho mayor después de una sentencia en su contra y esto, para los anunciantes, es aún mejor. A pesar de perder su “espacio oficial” en los medios, se crea un gran interés a su alrededor y la gente empieza una campaña paralela de búsqueda y difusión. Esto es posible gracias a Internet, plataformas on-line como youtube.com y foros de debate donde la ley aún no es tan restrictiva. No son pocos los casos de spots televisivos considerados inadecuados que son retirados pero que consiguen miles, incluso millones, de descargas en Internet. Y toda esta situación me hace pensar sobre cómo se deben plantear estas campañas. ¿Realmente los anunciantes y las agencias no conocían la posibilidad de la retirada de su anuncio? ¿Es más rentable la creación y retirada de un spot, el pago de una multa, que seguir la ley? ¿Qué reciben a cambio de miles de descargas en Internet? Si lo que buscamos es que se hable de nosotros, ¿qué estamos diciendo sobre nuestra marca al crear campañas ilícitas? ¿Es totalmente beneficioso para nosotros?

Solo el tiempo responderá estas preguntas pero, de momento, aquí lo dejo.

miércoles, 13 de octubre de 2010

El medio es el mensaje… ?

Después de una primera introducción a las teorías que Marshall McLuhan ha desarrollado alrededor de los medios de comunicación, para el post de hoy me quedo con “the medium is the message”. Sé que es un tema que iré desarrollando a medida que vaya creando este blog, pero mi concepción más primaria de la cuestión, hoy por hoy,  es: “El medio es el mensaje… ¿El medio es el mensaje?” Ante la revelación tan rotunda del filosofo solo tengo dos cosas que decir, puntos suspensivos y signos de interrogación.

Reconozco que mi mente no es muy filosofa, permitiéndome extrapolar la realidad comunicativa en una sola frase, y que este tipo de teorías las entiendo pero, normalmente, no las comparto. Así que mi opinión se basa, realmente, en lo que pueda pensar una chica, filosóficamente inexperta, en una tarde de un festivo nuboso y posiblemente lluvioso, sobre una frase de la que se han escrito ríos y ríos de tinta y lenguaje HTML.

El medio es el mensaje…

Los puntos suspensivos es mi manera de decir que McLuhan puede tener razón, pero que, personalmente, no delimitaría este mensaje con un punto y final. Realmente, merece muchos comentarios, reflexiones y estudio, y los puntos suspensivos es la manera que tengo de darme tiempo para poder hacerlo. Tres puntos siempre quieren decir algo más; algo supuesto, algo por llegar, algo por escribir. Es una teoría que no empieza y acaba en una sola frase. De ahí surge la pregunta.

¿El medio es el mensaje?

Creo, sinceramente, que el medio y el mensaje no son lo mismo, por tanto uno no puede ser el otro. Sé que es una justificación muy simplona pero la propia semántica nos distingue “medio” y “mensaje”. A mi forma de ver, el medio es un condicionante del mensaje. Claro que sin medio no hay mensaje, pero llegando a un postulado absolutista, el mensaje lo es todo, todo comunica, y, por tanto, tampoco hay medio sin mensaje. Esto no significa que sean lo mismo, al contrario, esto nos muestra que son dos actores interdependientes.

Para intentar comprender un poco mejor lo que McLuhan decía pensé en poner ejemplo. Busqué un mensaje universal y tal y como decían los Beatles, “All you need is love”, me decidí por el amor. Lo que me proponía demostrar es que medio y mensaje no son lo mismo, así que pretendía encontrar fotografías con el mismo mensaje pero en diferentes medios.

 




Se trata de un mensaje con muchas interpretaciones, tantas como personas, pero es un mismo mensaje. Lo que cambia es el significado, lo que nos transmiten las diferentes maneras de expresar este sentimiento, y esto se debe, en gran parte, al medio en el cual se encuentra el mensaje. Por lo tanto, tenemos un mensaje fijo que varía según el medio en el que se contextualice. Por otro lado, si despojamos las imágenes del mensaje, los diferentes medios dejan de tener una relación entre sí y ya no transmiten lo que originariamente se habían propuesto.

Después de esta pequeña reflexión, sigo pensando que “El medio NO es el mensaje” pero que dependen uno del otro. Se complementan, se dan sentido. Aún así, no se trata de una conclusión final sobre el tema, así que no descarto los puntos suspensivos y los interrogantes. Volveré a reflexionar sobre ello, de aquí un tiempo. ;)

jueves, 7 de octubre de 2010

40%, 50%, 60%, 70%...



¿Por qué será que cuando llegan las rebajas o vemos un gran descuento, terminamos por gastar más o compramos cosas que ni nos habíamos planteado? ¡Encontramos un producto rebajado y de repente nos acordamos de que era algo que siempre habíamos querido y necesitado! Que suerte, y que casualidad, que justo el producto tiene un buen descuento. Casi sin darnos cuenta, ya estamos sacando el monedero y adquiriendo nuestro producto taaan necesario.

Quien más o quien menos ha comprado algún producto atraído por un gran descuento y no porque realmente lo necesitara. Esta tentación me está acechando cada día desde hace un par de semanas. El caso es que decidí apuntarme a una página de compra colectiva que, gracias al gran número de usuarios, proponen planes diarios a muy buen precio. Su anuncio me reclamaba desde la columna derecha de facebook, donde el 70% de descuento en sus planes desviaba mi atención del cotilleo habitual con mis amigos. Al final, caí. Y ante mí se abrieron un sinfín de posibilidades. Que si un menú degustación en un restaurante con clase con un 52% de descuento… que si “regeneración celular” por 27 €… que si 60% de descuento para conducir un Buggie… ¡Un Buggie! ¡Todo un sueño hecho realidad! Pero la verdad es que son cosas que no me había planteado hacer y por las que estaba dispuesta a pagar porque costaban menos de lo que cuestan habitualmente.

Esta situación me hace reflexionar sobre cómo nos dejamos llevar por el consumismo rebajado. Según una de estas webs, por cada bono vendido se ha conseguido una media de 16 € de descuento y llevan casi 140.000 tickets en un año. Además, empecé a preguntarme cómo afectan estos descuentos a la imagen de las empresas que los ofrecen. Supongo que, en este sentido, podemos hablar de dos puntos de vista diferente. Por un lado, los usuarios de estas webs, para los que esta situación es bastante positiva, y, por el otro, los consumidores habituales de estos productos y servicios, que deben tener la sensación de que han estado pagando hasta un 70% más de lo que en realidad cuesta y para los que, supongo, no es tan positivo.

Aún así, hay que tener en cuenta que normalmente se trata de negocios locales. Este tipo de páginas web llegan diariamente a miles de personas directamente a su correo electrónico y, la mayoría, lee las ofertas que se proponen para ese día. Quizás de otra manera, estas empresas no llegarían a contactar nunca con un número tan elevado de personas o deberían invertir un gran presupuesto que actualmente no tienen. Así que son ellos los que deben poner en una balanza la situación y elegir entre perder algún cliente habitual o conseguir una gran difusión on-line. En mi opinión, estas webs acabaran siendo un paso habitual en la organización de los planes de ocio y la participación en ellas de estas empresas terminaran por marcar la diferencia ante otras compañías de la competencia que no posean este tipo de público on-line.